La activación física es también una prescripción médica

 

Es necesario luchar contra algunos de los efectos nocivos del envejecimiento, atendiendo las causas principales que son la alimentación inadecuada y la falta de ejercicio

Los adultos mayores representan un grupo y concepto fundamental en la sociedad, por lo que es justo que se les siga atendiendo y se les agradezca todo lo que han hecho a lo largo de su vida, afirmó el investigador José Antonio de Paz Fernández

 

 

Los adultos mayores representan un grupo etario y un concepto  fundamental en la sociedad, por lo que es justo que se les siga atendiendo y se les agradezca todo lo que han hecho a lo largo de su vida, afirmó el investigador José Antonio de Paz Fernández. El profesor del Instituto de Biomedicina de la Universidad de León, España, subrayó que se debe tener conciencia de que las personas mayores también forman parte importante y decisiva  de esta sociedad.

El académico, invitado por el Departamento de Ciencias del Deporte y de la Actividad Física de la Universidad de Sonora (Unison), advirtió sobre el problema del envejecimiento de población en México.

Por ello, subrayó, es necesario llevar a cabo esfuerzos tendientes a luchar contra algunos de los efectos nocivos del envejecimiento, atendiendo las causas principales que son la alimentación  inadecuada y la falta de ejercicio, por lo que es necesario fomentar la activación física de las personas mayores y brindarles alternativas de ocio y recreación.

La activación física es también una prescripción médica, por lo que  la prescripción del ejercicio físico, afirmó, es decirle a una persona en concreto qué es lo que tiene que hacer, cómo y cuándo, haciéndose esto en función de cada persona, de los  problemas y condiciones  de salud, con base en su capacidad funcional.

En este mismo sentido las investigadoras del  Colegio de Sonora Gabriela Grijalva Monteverde y Mercedes Zúñiga Elizalde señalaron que de acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en Sonora existe una población de 286 mil 436 personas de la tercera edad, de los cuales 137 mil 055 son hombres y 149 mil 381 mujeres.

Este grupo de población, dijeron,  representa cerca del siete por ciento de los dos millones 850 mil 330 habitantes del estado. La esperanza de vida para mujeres y hombres adultos mayores en Sonora es superior a la media nacional.

Para las mujeres es de 78.1 años de edad y la media nacional es de 77.7, mientras que para los hombres la esperanza de vida en el estado es de 72.6 años, el promedio en el país es de 72.3 años.

De la población en la entidad de este sector de la población, 37.9 por ciento equivalentes a 112 mil 336 personas, recibe ingresos por jubilación o pensión.

En tanto que 74 mil 679 adultos mayores, que representan el 26.1 por ciento de los ancianos en la entidad, se encuentran dentro del mercado laboral y cuentan con algún empleo. De acuerdo con el INEGI en el estado hay 36 mil 505 adultos mayores de 60 años que viven sin compañía alguna en sus hogares, de las cuales 19 mil 028 son mujeres y 17 mil 477 son hombres.

Las investigadoras Gabriela Grijalva Monteverde y Mercedes Zúñiga Elizalde informaron que el Consejo Nacional de Población (Conapo), a través del estudio Dinámica Demográfica 1990-2010 y Proyecciones de Población 2010-2030, estimó que para el año 2020 la población de 65 años y más en Sonora será el 7.6 por ciento de la población y para el 2030 el 10.3 por ciento.

Anotaron que este grupo de edad es de particular atención para las políticas de empleo vinculadas a un retiro de la actividad productiva y una vida digna posterior, pues deberán generarse fondos económicos para contar con ingresos en la vejez y con seguridad social.

 

 

Con toda la información compilada las investigadoras del Colegio de Sonora (Colson), Gabriela Grijalva Monteverde y Mercedes Zúñiga Elizalde, realizaron  el trabajo “Adultas y adultos mayores en Sonora: dependientes, autosuficientes o proveedores”.

Señalaron que los datos apuntan hacia la posibilidad de que esta población sea mayoritariamente proveedora de sus hogares; las mujeres son las que tienen más condiciones de dependencia, pues más de la mitad no cuenta con ingresos propios en todos los grupos de edad.

Sin embargo, son ellas las que aún a edades muy avanzadas se dedican con más frecuencia a las labores domésticas, realizando tareas que en muchos casos apoyan la salida al mercado laboral de otros integrantes del hogar.

La ayuda económica de familiares está vinculada con la franja de edad y la menor capacidad de los adultos mayores de obtener ingresos por medio del trabajo, con menor frecuencia que las mujeres, los hombres reciben ese apoyo.

Desde el año 2007, el estado cuenta con la Ley de Adultos Mayores para el Estado de Sonora, la cual ampara los derechos de las personas de la tercera edad.