Pinochet sigue gobernando en Chile al imponer las pensiones de hambre

• El 90 por ciento de los jubilados recibe pensiones de cuatro mil 600 pesos mexicanos. Nuevas protestas en ese país contra el sistema de pensiones.
• El dictador  instauró el sistema privado que las impone y están muy por debajo de niveles de bienestar

Santiago.- Juan Ugarte,  de 70 años, un  ex empleado público chileno que trabajó de 40 años de empleado público y su jubilación  es de 300 mil pesos (unos 460 dólares), es de los pocos pensionados privilegiados de su país. Recibe mensualmente poco más de ocho mil pesos mexicanos, porque la mayoría de los jubilados en este país, el 90 por ciento, reciben  pensiones unos cuatro mil 600 pesos mexicanos, inferiores a 154.304 pesos chilenos  mensuales (233 dólares).

A pesar de que el gobierno militar de Augusto Pinochet concluyó  hace más de un cuarto de siglo, una de sus políticas más representativas , como es el sistema de pensiones, “sigue en pie y es más controversial que nunca”, opinan analistas internacionales.

Esos 154 mil 304 pesos chilenos son  casi la mitad del sueldo mínimo establecido en el país sudamericano,  señala un informe publicado por la Fundación Sol, difundido por diferentes medios chilenos e internacionales.

Adriana Silva,  quien fuera   auxiliar de servicio en un organismo público, calificó   de “una vergüenza todo, los descuentos que nos hacen y lo penoso de las jubilaciones, son muy bajas”. “Hay que cambiar a otra cosa, no sé cómo, pero hay que hacerlo”, dijo Silva, a los periodistas que recogieron testimonios de los jubilados chilenos que efectuaron a protesta.

El modelo de pensiones chileno consiste en que los ciudadanos depositan sus ahorros de jubilación en cuentas individuales manejadas por entidades privadas del sector financiero, conocidas como Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), destaca la BBC de Londres.

Las empresas de la AFP aumentaron sus ganancias en un 71,4  por ciento  costa de la miseria de los jubilados chilenos, de acuerdo con  la Fundación Sol, durante los primeros diez meses de 2015.

Desde hace 25 años, los ciudadanos chilenos están obligados a depositar sus ahorros de jubilación en cuentas individuales manejadas por entidades privadas conocidas como Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Las AFP, que administran cerca de 170 mil millones de dólares aportados por los trabajadores chilenos.

La pensión de la población jubilada,  que representa el 10  por ciento de su sueldo, depende de la fluctuación de los mercados y el rendimiento de los fondos que los asalariados depositan mensualmente en las AFP,

El fin de semana anterior se caracterizó por una jornada de protestas en Chile. Fue la tercera en el año  con una gran movilización  para exigir mejores pensiones a los jubilados chilenos, así como un cambio en el sistema que favorece a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).

A la AFP se le  acusa de abusos para enriquecerse con el dinero de los pensionados. Desde muy temprano el viernes anterior miles de chilenos instalaron en la capital barricadas y se incendiaron dos autobuses , una protesta paralela con una huelga de empleados públicos que exigían  un aumento de salarios al gobierno de Michelle Bachelet, quien llamó a protestas pacíficas.

Luis Mesina,   coordinador del movimiento ciudadano No+AFP, confiaba en que la voluntad de la ciudadanía, la voluntad del pueblo, terminará  “barriendo con la intransigencia de quienes se oponen a la petición, y este clamor que hacemos con mucha humildad, pero con mucha fuerza también”.

En distintas leyendas de las pancartas llevadas por los manifestantes jubilados se leía “AFP: jubilación de hambre”, “Queremos pensiones dignas y no más migajas” o “Las AFP deben morir para que los jubilados puedan vivir”.

El movimiento No+AFP  destacó que ese sistema de pensiones “ahoga a los ciudadanos” tras informar que las manifestaciones de protesta se efectuaron  en más de medio centenar de ciudades del país, incluidas Arica, San Antonio, Temuco, Coyhaique, Talca o Punta Arenas.

El modelo privatizador de los fondos de pensionados y jubilados que se inició en Chile en el gobierno militar, lo han seguido otros países como Argentina y Perú y  depende de las fluctuaciones del mercado.

La BBC destaca en un informe que “en su momento, el modelo privado de pensiones fue visto como una invención genial de los llamados Chicago Boys” y  los economistas entrenados en Estados Unidos que manejaron la economía chilena,  lo impusieron durante el gobierno militar entre 1973 y 1990.