Un paciente de Alzheimer puede olvidar todo, menos que lo aman

• El afecto familiar y social juega un papel fundamental en la atención del paciente con este padecimiento
• Es una  premisa fundamental en la atención y cuidado para su cuidado
• No hay cura para el Alzheimer: de los numerosos medicamentos que se utilizan para tratarlo y aminorar sus efectos, sólo cuatro han demostrado su utilidad, pero todos tienen efectos colaterales

Un paciente con Alzheimer puede olvidarlo todo, pero siempre recordará que lo aman. Esto es una de las premisas fundamentales en la atención y cuidado de los adultos mayores, pues de ella se desprenden la paciencia y la constancia que deben caracterizar a nuestros cuidadores, señaló la doctora Regina Altena, especialista de Alzheimer México, una institución de Asistencia Privada.

Este padecimiento fue tema ineludible durante   los trabajos del Encuentro México y el Mundo, Envejecimiento y Vejez, nuevos retos, evento internacional organizado por el Instituto Nacional de Atención a las Personas Adultas Mayores (Inapam).

 Más allá de los medicamentos que se usan habitualmente para paliar algunos de sus efectos, considerando que el padecimiento no tiene cura hasta el momento, como estableció claramente el Dr. Carlos D´Hyver de las Deses, experto de la Facultad de Medicina de la UNAM, el afecto familiar y social juega un papel fundamental en la atención del paciente con este padecimiento.

 Hemos tenido mucho éxito con pacientes de Alzheimer, a los cuales se les proporciona una atención muy personalizada, con dedicación y numerosas actividades que los mantienen ocupados, activos y atentos. Eso ayuda a retrasar las manifestaciones del padecimiento, más que cualquier medicamento, señaló la especialista.

 Al referirse a los medicamentos usados en la atención del padecimiento, el doctor D´Hyver de las Deses, fue muy puntual. No hay cura para el Alzheimer, y de los numerosos medicamentos que se utilizan para tratarlo y aminorar sus efectos, sólo cuatro han demostrado su utilidad, pero todos tienen efectos colaterales, que complican otros aspectos de la salud de los pacientes, lo cual pone en duda su prescripción.

 Esto no significa que no haya investigación –aclaró– hay muchos laboratorios ahora mismo haciendo diversos protocolos de investigación, con sus propios intereses y avances, pero ninguno tiene, hasta el momento, un resultado tangible, capaz de paliar y menos de curar la enfermedad.

Por su parte, el doctor Ángel Pineda Madrid, especialista proveniente de Honduras, explicó que cada país tiene que ser realista para cuidar a sus adultos mayores, mediante el modelo que mejor se adapte a su idiosincrasia, cultura y posibilidades económicas. Pero sin perder de vista que la política social no debe supeditarse al desarrollismo económico.

 Uno de los temas clave es la sensibilización de la sociedad y de los poderes públicos acerca del envejecimiento demográfico, la falta de sustitución generacional, y la prevalencia de enfermedades crónicas persistentes en los adultos mayores, problemas que reclaman atención inmediata por parte de las instituciones gubernamentales y sociales.

La mejoría en la atención sanitaria, la eliminación de la indigencia, la disminución de la pobreza y la elevación de la instrucción, son condiciones previas para cuidados de calidad a largo plazo de la población adulta.

Por su parte, el doctor José María Alonso Seco, especialista y consultor de servicios sociales en España, y uno de los conferencistas internacionales que participó en el evento, explicó que el envejecimiento en Europa es mayor que en Iberoamérica, pero también es muy elevado y lo será más todavía en el futuro próximo. Por tanto, es urgente implantar servicios y prestaciones de Cuidados a Largo Plazo.

 Suele decirse que el envejecimiento y los Cuidados a Largo Plazo son un reto de nuestras sociedades. Debería afirmarse más bien que se trata de un reto que ya está  presente, explicó.

El envejecimiento está asociado con una mayor esperanza de vida, con la natalidad y con la mortalidad. También parece que otras variables, especialmente en Iberoamérica, tienen relación con él. Entre ellas está el nivel de instrucción y los ingresos económicos.

En consecuencia, y tomando en cuenta la interacción entre salud, ingresos económicos y educación, una política de Cuidados a Largo Plazo debería atenderse, de manera preferente mediante la prevención en los aspectos de salud, económicos y sociales a través de políticas públicas bien definidas y sobre todo unificadas.

En esta tarea, cada país tiene que ser realista para ofrecer a los adultos mayores los cuidados a largo plazo que pueda, mediante el modelo que mejor se adapte a su idiosincrasia, cultura y posibilidades económicas, pero sin perder nunca de vista que la política social no ha de quedar mediatizada por el desarrollismo económico, coincidió.