Se agrava la condición de pobreza en las personas adultas mayores

Se agrava la condición de pobreza en las personas adultas mayores

  • El porcentaje de población mayor de 65 años en pobreza es de 45.9 por ciento. 
  • El 46.3 por ciento en el caso de las mujeres mayores de 65 años. La cifra aumenta a 75.5 por ciento  en mujeres indígenas mayores de 65 años.
  • El 86.3 por ciento las personas mayores de 65 años de edad no encuentran trabajo.
Foto: T E

Agustín Martínez Abascal, tiene 78 años, fue campesinos, No sabe leer ni escribir. Nació en Huajuapan de León, Oaxaca. Vino a la capital porque en su tierra ya no tenía posibilidades de una mínima dieta alimenticia. Desde hace cinco años pide limosna en la entrada del Metro de la Estación Zócalo, del lado del edificio del Gobierno de la Ciudad de México. Reside en el municipio de Netzahualcóyotl. Su hija le da de comer, pero es todo.

Agustín  tiene que solicitar dádivas para sobrevivir y contribuir al gasto familiar. Es uno de las tantas personas adultas mayores que provienen del Estado de México, donde hay más carencias para las personas mayores que en la capital de la república.

Agustín es una de las personas adultas mayores sin oportunidades en el país.  En el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2016 se destaca que la pobreza en las personas adultas mayores de nuestro país se agrava a partir de la acumulación de desventajas. Agustín es una de ellas.

El informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, (Coneval) advierte que el porcentaje de población mayor de 65 años en pobreza es de 45.9 por ciento. La pobreza afecta más a las mujeres mayores de 65 años, representan el 46.3 por ciento. La cifra aumenta a 75.5 por ciento en el caso de las mujeres indígenas mayores de 65 años en condición de pobreza.

El rezago educativo entre las personas de la tercera edad sigue siendo significativo, pues mientras entre la población menor de 65 años el rezago fue de 15.2 por ciento, entre las personas adultas mayores fue de 60.7 por ciento en 2014.

Entre 2014 y 2015, para el Coneval,  las carencias que más disminuyeron fueron: la carencia de acceso a la seguridad social, que bajó de 58.5 a 56.6 por ciento; la carencia por alimentación, que bajó de 23.4 a 21.7 por ciento y la carencia de servicios de salud, que cayó de 18.2 a 16.9 por ciento.

“No obstante el reconocimiento de estas estrategias y el avance que han significado en materia de política pública”, ese Informe señala que aún existe camino por recorrer para lograr que el desarrollo social sea más amplio que sólo el abatimiento de la pobreza.

Foto: T E

El Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2016 enfatiza que diversos grupos vulnerables siguen necesitando políticas públicas más amplias que consideren sus particularidades para que puedan contar con oportunidades económicas, políticas y sociales similares a las de otros grupos que han tenido históricamente mayores privilegios.

En el informe el Coneval destaca:

  • En 2014, 7 de cada 10 personas indígenas se encontraban en pobreza y de éstas, 3 de cada 10 se encontraban en pobreza extrema. En contraparte, en la población de hombres no indígenas entre 21 y 55 años, la pobreza es de sólo 38.9 por ciento.
  • El rezago educativo entre las personas de la tercera edad sigue siendo significativo, pues mientras entre la población menor de 65 años el rezago fue de 15.2 por ciento, entre los adultos mayores fue de 60.7 por ciento en 2014.
  • La pobreza en los adultos mayores se agrava a partir de la acumulación de desventajas. Mientras el porcentaje de población mayor de 65 años en pobreza es de 45.9 por ciento; al diferenciar entre hombres y mujeres de la misma edad 46.3 por ciento de las mujeres mayores de 65 años se encuentra en esta situación. Si aunado a lo anterior se agrega un componente étnico, la cifra aumenta a 75.5 por ciento de mujeres indígenas mayores de 65 años en condición de pobreza.
  • Mientras 83 por ciento de las personas entre 15 y 64 años manifestaron dificultad en obtener ayuda para conseguir trabajo, la cifra aumenta a 86.3 por ciento entre las personas mayores de 65 años de edad.
  • Solamente 31.6 por ciento  de las mujeres ha contribuido alguna vez a la seguridad social, mientras que en los hombres este porcentaje asciende a 47.2.
  • La situación de pobreza empeora en el caso de jóvenes indígenas, en 2014 72.8 por ciento eran pobres, mientras solamente 44.1 por ciento de jóvenes no indígenas se encontraron en esta condición.

Coneval destaca la importancia que para la política pública, en los últimos años, han tenido los indicadores de pobreza que señala la Ley General de Desarrollo Social (LGDS), ya que permiten plantear un objetivo claro, medible y común.

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