Homenaje musical al poeta, abogado y diplomático mexicano Hugo Gutiérrez Vega en el Palacio de Bellas Artes

Félix LANDAU

El martes 2 de diciembre se llevó a cabo un concierto en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, para rendir homenaje a los 80 años de vida del poeta Hugo Gutiérrez Vega. En tal acto se estrenaron 7 obras musicales inéditas escritas para el homenaje, e inspiradas por 7 de sus poemas.

Las obras fueron: Nueva suite doméstica, compuesta por María Granillo, Oda litúrgica para “La mujer de ámbar”, de Juan Pablo Medina, Variaciones sobre las variaciones de la Helena de Seféris, de José Julio Díaz Infante, Descubrimientos, de Jorge Vidales, Por favor su currículum, de Carlos Cruz de Castro, Un cuerpo como una isla, de Eduardo Soto Millán y Poemas de amor joven, de Juan Enríquez Rohen. El compositor Eduardo Soto Millán coordinó el concierto, con la participación de la soprano Lourdes López, el tenor-contratenor Juan Luis Enríquez, el barítono Guillermo Ruíz Aviña y los pianistas Carlos Alberto Pecero e Isaac Saúl.

“Estoy inmensamente agradecido, han mejorado los poemas y me han enseñado esta noche cuáles son los sonidos, qué significa el sonido en la vida del hombre”

Por su parte,  Eduardo Soto Millán afirmó que “la poesía es en esencia la poderosa fuerza de la palabra, la palabra imagen que cuando es dicha porque se dice, y cuando es dicha porque dichosa es, se vuelve y revela a sí misma, la luz del ser”.

Hugo Guiérrez Vega nació en 1934 en Guadalajara. Fue miembro del Servicio Exterior Mexicano durante más de treinta y cinco años en Estados Unidos, España, Italia, Brasil, Rumania, Líbano, Chipre, Moldova y Puerto Rico. También fue presidente del Comité de Apoyo a la Unidad Popular y embajador de México en Grecia entre 1986 y 1994.

 Ha escrito más de treinta y cinco libros de poesía y trece de prosa, algunos de los cuales han sido traducidos a diez idiomas. Impartió clases en la Universidad Nacional Autónoma de México y en la Universidad Autónoma de Querétaro, llegando a ser rector de esta última. Además, fue elegido miembro de la Academia Mexicana de la Lengua en 2011.

El poeta se despidió del evento con unos versos de Quevedo que, para él, son de suma importancia cuando se llega a los 80 años:

Serán ceniza, mas tendrán sentido

Polvo serán, mas polvo enamorado.

Remató afirmando: “Yo espero ser polvo enamorado. Esta noche ustedes me han abierto este camino, muchas gracias”.