Las luchas por existir de Luis y Sofía, dos jóvenes trans
Las luchas por existir de Luis y Sofía, dos jóvenes trans
- En el Congreso de la capital prospera un dictamen para que se permita a niñas, niños y adolescentes promover un acta de nacimiento de reasignación de género, para reconocer los derechos de autonomía personal y de identidad
José Luis Camacho López.- “Soy Luis”, “Soy Sofía”, se escuchan dos voces adolescentes en la amplia sala Digna Ochoa donde se llevó a cabo el “Foro por el Reconocimiento de las Infancias Trans”.
En la sede de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, Luis de 16 años, y Sofía de 13 años, narraron sus historias de vejación, exclusión social, violencia emocional y física, lapidación social que sufren, junto con sus familias, por sus luchas de reconocimiento de sus derechos a sus identidades humanas y jurídicas.
Luis logró por la vía administrativa tras dos años de intrincadas y oscurecidas dificultades, casi insuperables, que el Registro Civil le expidiera su acta de nacimiento, de su real identidad que él ha decidido lo sea. Apeló a las Convenciones sobre Derechos del Niño que ha firmado nuestro país, a su Derecho a la Salud para lograr su real identidad.
“Otros cientos de niños y niñas no tienen aún esta oportunidad que se les reconozca sus identidades, su derecho a existir”, dijo Luis en ese singular evento efectuado en la sala Digna Ochoa de ese organismo dedicado a la defensa de los derechos de la población de la capital mexicana.
A su familia se le llegaron a pedir exámenes psiquiátricos en una ruta de infamias y discriminaciones; habló a favor de los derechos de los niños y niñas que en silencio resguardan su verdadera identidad en un país donde hablar de trans es un tema que perturba a una parte de la sociedad mexicana inmersa en prejuicios y cultos religiosos.
Luis se dice afortunado por haber logrado su acta real de nacimiento después de esa larga serie de infamias y barbaridades burocráticas de un gobierno que en la Constitución de la capital mexicana se reconoce la diversidad sexual de la población.
Este joven de 16 años enfrentó un juicio, se amparó ante el sinnúmero de trabas burocráticas, testigos, pruebas psicológicas y psiquiátricos, que aún persisten en las rígidas instancias gubernamentales de la capital del país.
La Constitución de la Ciudad de México, en vigor desde 2017, dice que “toda persona tiene derecho a la sexualidad; a decidir sobre la misma y con quién compartirla; a ejercerla de forma libre, responsable e informada, sin discriminación, con respeto a la preferencia sexual, la orientación sexual, la identidad de género, la expresión de género y las características sexuales, sin coerción o violencia”.
Reconoce esta Constitución y respeta la autonomía progresiva de niñas, niños y adolescentes y protege los derechos de las personas como Luis y Sofía a una vida libre de violencia y discriminación.
Luis logrará ingresar a la Universidad con su nombre real, pero para Sofía aún no lo logra. Su caso aún transita en ese mundo oscurecido por la discriminación, no se le ha dado acceso a definir por sí misma su yo misma como lo determinó Luis. “No es una enfermedad, es una elección”.
Sofía tiene que lidiar aún por un nombre, por un papel que le identifique, entrar a un baño y sentirse cómoda. ”Ya es tiempo de la visibilización, a la vida que me tocó vivir y hay que vivirla”.
Sofía aún no logra obtener su acta de nacimiento. Desde los tres años, dijo, se dio cuenta de su verdadera identidad. Esta joven no puede ir a la escuela, ya debía estar en primero de secundaria, le piden el CURP, el acta de nacimiento. No sabe cuándo se lo van a otorgar.
La primaria la curso en una escuela católica, alumnos y maestras se le discriminaba. “Soy una niña y punto”, les decía. A mi mamá le decían que estaba loca, que “su hijo era hay”. Su desgaste emocional y físico ha sido muy duro, pero está convencida de que en México ya se rompió en con ese tabú. “Soy Sofía”, lo dijo con toda determinación ante un público que la escuchaba con atención.
Antes, la presidenta de la Comisión de los Derechos Humanos de la Ciudad de México, la Doctora Nashieli Ramírez Hernández, quien se ha dedicado a la lucha por los derechos de la población infantil, habló de una primera visibilización de los derechos de esta población infantil y adolescente trans y de una discriminación por edad y de su derecho a la identidad.
El pasado 14 de noviembre, en el Congreso de la capital, un grupo de diputados integrantes de las comisiones unidas de Administración y Procuración de Justicia, y de Igualdad de Género, presentaron un dictamen para que se permita a niñas, niños y adolescentes promover un acta de nacimiento de reasignación de género, para reconocer los derechos de autonomía personal y de identidad.
Fueron 19 votos a favor y 3 en contra el dictamen de reformas al Código Civil y de Procedimientos Civiles del Distrito Federal, que protejan el derecho a la libre determinación y expresión de la identidad de género.
Con el voto en contra de un legislador del Partido Acción Nacional, de raíces católicas, se aprobó ese dictamen que habrá de ser discutido en asamblea para entrar en vigor.
Los autores de esta iniciativa son Temístocles Villanueva Ramos y Paula Soto Maldonado, diputados del grupo parlamentario de MORENA(Movimiento de Regeneración Nacional) y promoventes de la iniciativa, quienes argumentaron su objetivo en una acalorada reunión: proteger las garantías constitucionales de la infancia trans y establecer los medios y procedimientos en el acompañamiento a personas solicitantes en el levantamiento de una nueva acta de nacimiento para el reconocimiento de la identidad de género, prevaleciendo el interés superior de la niñez.
En el salón Heberto Castillo de ese Congreso, ubicado en el centro histórico de la capital, se reunieron familias, madres y niños trans. El diputado Villanueva sostuvo que “las niñas y niños no son objeto de protección, sino personas sujetas de derecho”.
“El Estado no debe otorgar o negar la identidad de género, solo reconocerlo. El objetivo es que la rectificación de una identidad de género en un acta de nacimiento no sea a través de un juicio”, dijo Villanueva Ramos.
Los reconocimientos de estos derechos de identidad de Sofía y que ya ha logrado Luis, apenas empieza. Se opone a sus derechos de identidad, una propuesta de que lo decidan hasta cumplir los 18 años y se argumenta que esta iniciativa va en contra de la patria potestad que ejercen las madres y padres de familia.
Y ya se vislumbra que este tema se irá a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para discernirse y terminar con el tabú que ha rodeado a las niñas, niños y adolescentes trans de la Ciudad de México que representan un 3 por ciento de la población de esas edades adolescentes.
Nashieli Ramírez citó en ese “Foro por el Reconocimiento de las Infancias Trans” a la última Consulta Infantil en la Ciudad de México donde se preguntó al levantar la consulta “si se identificaban como niña, niño o no se identificaban con ninguno”.
Y mencionó: “en el rubro de niños de seis a nueve años, el porcentaje no llegaba al 1%, era 0.2%; pero cuando nos íbamos al rubro de 10 a 13 años esto incrementó al 2%; y cuanto estamos hablando ya de adolescentes, como los que nos están acompañando aquí ( o sea Luis y Sofía), esto se incrementaba al 3%”.