Provoca problemas físicos, sicológicos y sociales la gerascofobia, el miedo irracional a envejecer
Provoca problemas físicos, sicológicos y sociales la gerascofobia, el miedo irracional a envejecer
Al enfrentar un irracional miedo a envejecer, los gerascofóbicos necesitan un tratamiento profesional, porque esta fobia les puede generar problemas psicológicos y físicos, afirmaron expertos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco.
Cuando una persona se obsesiona porque quiere conservar el cuerpo joven y tener la vitalidad de la juventud, empieza a tener actitudes que lo llevan a realizarse operaciones estéticas, vestir ropa juvenil y realizar actividades que no son propias de su edad.
En entrevista con Notimex, la psicóloga adscrita al Hospital de Ginecología del CMNO del IMSS en Jalisco, Esmeralda Yelisse García Ortega, manifestó que el miedo irracional y exagerado a envejecer puede propiciar desde un estancamiento personal hasta alcanzar en ocasiones síntomas patológicos con graves repercusiones familiares y sociales.
Este tipo de neurosis o enfermedad mental, también llamada gerascofobia, empieza regularmente a los 45 años de edad, cuando inician los síntomas de la vejez como las canas y la piel ya no es la misma. “Afecta más a las mujeres que a los hombres, pero a ambos les puede provocar serios problemas de depresión”, indicó.
En el caso de los hombres que registran esta fobia es común que les afecte desde los 40 años, ya que en esa etapa de su vida hacen como una recapitulación de lo que han hecho y han logrado. “Si no han cumplido sus metas y proyectos empiezan los problemas”, dijo.
Un síntoma característico que lleva a la gerastofobia es el miedo a perder la independencia. En este sentido, comentó que las mujeres reciben más cuidados de sus familiares porque manejan mejor la parte emocional y crean mayores vínculos afectivos que los hombres.
Resaltó que el miedo a envejecer se registra también cuando una persona por circunstancias que muchas veces les son ajenas han omitido vivir las diferentes etapas de la vida.
Por ello, recomendó vivir la niñez, la adolescencia, la juventud y la adultez a su tiempo, a fin de evitar que la persona quiera “cobrarle a la vida” la etapa que se saltó, con actitudes inapropiadas que pueden tener consecuencias negativas.
De repente hay personas adultas mayores que quieren vestir como sus hijas e hijos, o sin tener experiencia, se suben a una moto por esa falta de autoaceptación, pero estos sólo son los aspectos externos de una neurosis o una depresión con angustia que viven en su interior, subrayó la psicóloga y agregó que por ello es muy importante recibir atención psicológica y en casos severos, psiquiátrica.
Mencionó que las personas adultas deben saber que pierden juventud en deterioro de su imagen corporal pero ganan sabiduría, serenidad y madurez. Lo aconsejable es que aprendan a ver en sí mismas lo que han conseguido en lugar de añorar lo perdido.
Sugirió que las personas tienen que actualizarse y vivir su momento, es decir, poner en sus casas fotografías de la edad que viven en vez de exhibir las que se tomaron cuando eran muy jóvenes, por ejemplo.
El geriatra Antonio Kubayashi Gutiérrez, del IMSS Jalisco, recalcó que el envejecimiento es inevitable y universal. Sin embargo, aclaró que solamente 3 o 4 adultos mayores de cada 10 pierden su independencia, lo que significa que la mayoría puede llevar una vida digna y con calidad.
Manifestó que efectivamente el envejecimiento va cambiando diferentes áreas del cuerpo y nos quita ciertas capacidades, pero en realidad el miedo a envejecer se debe más que nada a las expectativas que nos ha impuesto la sociedad.
Por ello, añadió que existe un atroz miedo a envejecer porque “nuestra imagen se deteriora” y se considera grave por los prejuicios que ha impuesto la misma sociedad, lo cual lleva a las personas mayores a una depresión.
“Muchos tienen miedo a envejecer por la pérdida de independencia y de manera equivocada pensamos que los adultos no pueden ser independientes. Sin embargo la mayoría tienen independencia económica, están bien de sus facultades mentales y pueden llevar una buena vida”, agregó.
Consideró que mucho tienen que ver los medios de comunicación en la idea errónea de que los adultos mayores no pueden ser productivos e independientes. “Este prejuicio es difundido en las novelas, películas y programas en donde se habla de un adulto mayor solitario e inútil”, advirtió.
Insistió que no es lo habitual, no obstante que la declinación depende de los hábitos de cada persona, es decir, si una persona llevó una vida poco sana su deterioro físico será más drástico, en lo emocional y social también cosechará lo que sembró, es decir si creó relaciones y actividades satisfactorias también podrá seguir disfrutándolas.